El maillot blanco para el mejor corredor joven es siempre un gran indicio de grandeza futura. Hombres como Tadej Pogacar o Egan Bernal llegaron a ganar el Tour de Francia con el maillot blanco. Hoy investigaremos un mineral para todas las cosas blancas y algo de batería para los sistemas de cambio inalámbricos.
La 11ª etapa lleva al pelotón desde el montañoso Macizo Central hasta las llanuras del Bourbonnais. Aunque es probable que esta etapa se decida al sprint, algunos escaladores entusiastas podrían decidir unirse a la escapada y poner a prueba sus piernas en las dos pequeñas colinas del primer tercio de la carrera. Es en la cima de la segunda subida donde los ciclistas pasarán por el punto geológico más destacado del día: la cantera de Beauvoir.
Esta cantera es bien visible desde arriba. Su color blanco llama la atención en medio de los verdes bosques que la rodean. El color blanco procede del mineral caolinita que se extrae aquí desde 1852. La caolinita es un mineral arcilloso que se utiliza abundantemente para fabricar todo lo blanco, como papel, cerámica y pintura. Aunque lo más probable es que la camiseta blanca no se haya fabricado con este tinte.
Cerca del 70% de la producción mundial de caolinita se destinaba a la fabricación del revestimiento que da al papel su color blanco. En 2016, esta cifra se redujo al 36%, en parte debido a la creciente popularidad de los medios digitales. El valor de mercado de toda la caolinita extraída en 2021 asciende a 4.240 millones de dólares, una cantidad comparable al PIB anual de Sierra Leona.
La historia del blanco
¿Cómo llegó aquí toda esa caolinita? Bueno, en primer lugar, necesitamos una gran cantidad de un grupo de minerales llamados feldespatos. Estos minerales se reconocen por su forma cuadrada y su color entre blanco lechoso y rosa. Estos minerales pueden encontrarse en muchas rocas cristalinas. En el Macizo Central, la mayoría de los feldespatos se encuentran en una roca llamada granito.
Se trata de una roca que se forma cuando la lava, o roca líquida, se enfría lentamente y se solidifica en una cámara de magma situada a gran profundidad bajo la superficie. Estas lavas se formaron durante la llamada orogenia Varisca, un fenómeno de construcción de montañas que culminó cuando lo que hoy es Europa occidental colisionó con Norteamérica, hace unos 300 millones de años. En el transcurso de estos años, las rocas que recubrían la cámara magmática, ahora sólida, se fueron erosionando lentamente. El resultado fue la exposición de los granitos a la intemperie. Al entrar en contacto con el agua de lluvia, que es ligeramente ácida, los feldespatos se transformaron en arcillas como la caolinita.
¡Más potencia!
Para la sociedad, estos granitos no sólo son interesantes porque se descomponen en futuros revestimientos de papel. Los magmas de los que están hechos los granitos contienen muchos metales preciosos. El más conocido es el litio. La estructura cristalina de los minerales del granito no tiene espacio para estos metales. Así, a medida que el granito se cristaliza a partir del magma, estos metales prefieren permanecer en la roca líquida restante. Hasta que el último trozo de lava se solidifica y los metales no tienen adónde ir. La parte superior de la cámara magmática, que se encuentra justo debajo de la cantera de Beauvoir, está repleta del material que ahora utilizamos para fabricar baterías para casi todo: incluso los grupos eléctricos utilizados por el pelotón llevan baterías de litio.
¡Conduce!
El servicio geológico francés predice que bajo la cantera de Beauvoir hay litio suficiente para abastecer de baterías a 700.000 coches eléctricos. Sin embargo, sólo en Francia hay casi 40 millones de coches. Necesitaremos muchos otros lugares como la cantera de Beauvoir para reducir nuestra huella de carbono.
Por desgracia, la extracción de litio, o de cualquiera de los otros metales preciosos que se encuentran aquí, no es muy buena para el medio ambiente. Requiere grandes cantidades de agua, otro recurso cada vez más escaso. La extracción de metales de las rocas contamina esta agua hasta tal punto que se vuelve tóxica para la mayoría de los organismos. Tampoco es un recurso renovable. La estimación más temprana de la próxima colisión entre Norteamérica y Europa se sitúa dentro de unos 200 millones de años. Sin embargo, muchos geólogos se preguntan si volverá a ocurrir. Las nuevas cámaras de magma no van a aparecer a tiempo para ser explotadas en busca de baterías.
Si la cantera de Beauvoir, y otros emplazamientos geológicos similares del Macizo Central, deben explotarse, y en qué medida, será objeto de un intenso debate en los próximos años. Tal vez los escaladores de la escapada se den cuenta de que deben aprovechar esta oportunidad para seguir adelante, ya que esta colina podría desaparecer en los próximos años…
